miércoles, 23 de agosto de 2017

RÍOS DE NICARAGUA HACIA EL CARIBE NORTE

En el Pacífico de Nicaragua, los ríos existentes, en su mayoría, son de curso corto y poco caudal; muchos de ellos desaparecen en el verano, cuando cesan las lluvias. Así que los sitios de agua dulce, aprovechables para bañarse en Semana Santa, a menudo, son presas o embalses que retienen las aguas del invierno.

La rápida corriente del río Olama, cerca del puente entre Tierra Azul y cerro El Caballo. 

Pero viajando desde Managua hacia el Caribe Norte, por la carretera Managua – Boaco – Río Blanco – Mulukukú – Siuna – Rosita – Bilwi, nos vamos encontrando una exposición natural de algunos de los ríos más mencionados de Nicaragua. Aquí les anotamos una pequeña selección de los treinta más reconocidos que encontramos sobre la ruta:

Malacatoya (Puente Las Banderas), Las Cañas, Olama, Compasagua, Grande de Matagalpa (Puente Real), Bulbul, Saiz, Paiwás, Río Blanco, Wanawana, Wilike, Tuma (Puente de Mulukukú), Lisawé, Guineo, Labú, Prinzapolka (Puente Tadazna), Yaoya, Coperna, Baká, Sangsangwás, Banacruz, Bambana, Okonwás, Kuliwás, Kukalaya, Leymus, Sahsa, Sumubila, Akawás y Wawa.

El Prinzapolka, con su caudal de invierno, la foto se tomó viendo hacia río arriba.

Cualquiera de estos ríos con su caudal, si lo tuviéramos en el Pacífico, es indudable que sería un punto de llegada de bañistas. Pero aquí en el Caribe, con tantos ríos, a menudo pasan desapercibidos para los visitantes. Claro, el Pacífico tiene los dos grandes lagos, compartidos con la zona central; pero en materia de ríos y caudales, sobresale el Caribe.

A veces estos ríos tienen una trayectoria y una historia que muchas personas ignoran. Por ejemplo, el río Malacatoya nace en las tierras altas de San José de los Remates, en la comarca Malacatoya, aunque hay otra comarca del mismo nombre, que pertenece a Granada, en donde el río desemboca en el Lago de Nicaragua. Con sus aguas se alimenta la presa de Las Canoas, que todavía se observa sobre la carretera hacia Boaco.

El río Grande de Matagalpa, nace en el municipio del mismo nombre, cuando pasa cerca del mercado de la ciudad es un río bastante pequeño, que crece con fuerza en invierno; pasa a la par de las cabeceras de Ciudad Darío y Sébaco. Pero el nombre de Grande, se entiende solamente hasta que uno conoce su desembocadura en el mar Caribe, cerca de Karawala. A ver cuándo los ambientalistas de Matagalpa van a visitar la barra donde desemboca, les aseguro que se sorprenderán.

El Bambana, después de las fuertes lluvias que cayeron sobre Bonanza y Rosita.

El río Olama, tiene la particularidad que baja abruptamente de las alturas de Cumaica, su cabecera se ubica en la comarca La Luna, cerca de donde nace el río Luna, que pasa por Boaco. En este rápido descenso, el río forma interesantes caídas y pequeños cañones, que todavía no son muy visitados por los turistas.

El río Prinzapolka, nace de la unión de dos ríos, Uli y Wani, éste último nace en la falda norte del cerro Saslaya, una de las áreas de bosque mejor conservadas de Nicaragua. Por eso, el área protegida BOSAWAS, lleva su nombre, por las áreas más representativas: Bocay, Saslaya y Waspuk.

El río Bambana, nace en el municipio de Bonanza, y sus márgenes siempre han estado habitadas por comunidades indígenas, Mayangnas y Miskitas. Se forma con la unión de varios ríos, entre ellos Banacruz.

El río Kukalaya, se menciona en la historia como uno de los más grandes obstáculos para la comunicación terrestre con el Caribe norte; tiene la particularidad que su corriente es muy rápida, debido a la presencia de saltos cercanos.
  
Algo que sobresale de nuestros ríos – no sé si lo habrán notado – es la variedad de voces indígenas con que se forman sus nombres; y los curiosos y prácticos significados que les daban nuestros antepasados.

El Kukalaya, fotografiado en el momento de una intensa lluvia.

Por ejemplo, “Malacatoya”, significa algo así como “río que da muchas vueltas”, en lengua Nahua; en Mesoamérica le llamamos “Malacate”, a un instrumento utilizado, como un rodillo con una palanca manual, para sacar agua del pozo.

En cambio, “Olama”, es lengua Matagalpa, y significa – según Jaime Íncer – “malacate”; es decir, estamos hablando que en la práctica tienen el mismo nombre; además que ambos nacen en las alturas de Cumaica.

El nombre “Kukalaya”, en lengua Miskito significa “río de las abuelas”. “Saiz”, en lengua Matagalpa significa “mariposa”. Muchos de los ríos del Caribe llevan la sílaba “Was”, que significa “río” en Mayangna; por ejemplo, “Paiwás”, significa río (Was) de la batata (Pai); y "Kuliwas", significa río (Was) del oro (Kul).

Por el momento, muchas gracias y saludos.


martes, 1 de agosto de 2017

UN LUGAR QUE PARECE LEYENDA

En 1963, la empresa maderera NIPCO cerró operaciones en el Caribe Norte de Nicaragua; antes de irse de Nicaragua, levantaron el puente sobre el río Wawa, a la altura de Snaky, y también se llevaron los rieles de centenares de kilómetros de línea férrea, que unían los campamentos madereros y bananeros.

El río Wawa es uno de los más caudalosos y anchos de Nicaragua, está sobre la ruta Managua – Puerto Cabezas; cuando sus aguas crecen, dejan incomunicadas a miles de personas, incluyendo los habitantes de Puerto Cabezas; porque inunda los llanos cercanos, a veces hasta más de dos kilómetros a ambos lados del río.

Foto del río Wawa, a la altura de la comunidad Wawa Boom. Al fondo se observa la barcaza transportando camiones de un lado al otro del río.

Por eso, se considera casi una leyenda la existencia de un puente ferroviario antiguo sobre este río, muy pocos lo han visto; pero, en efecto, existió, y fue desmantelado por la NIPCO en 1963. Tuvimos la oportunidad de visitar el sitio donde estuvo este puente y aún pueden observarse, como testigos de piedra, sus bases.

Antes de contarles dónde queda, mejor dicho, dónde quedaba el puente, tenemos que darles algunos datos de interés. Primero, el municipio de Puerto Cabezas, es la capital de la Región Autónoma del Caribe Norte, conocida antes como RAAN. Este municipio tiene una extensión de 5,984.81 kilómetros cuadrados y su casco urbano se llama Bilwi; hay muchas personas que confunden un nombre con el otro: Puerto Cabezas es el nombre del municipio y Bilwi es el nombre de la ciudad.

Segundo, desde Managua hasta Bilwi hay un total de 536 kilómetros, desglosados de la siguiente manera: Managua – Boaco, 88 kilómetros; Boaco – Siuna, 230 kilómetros; Siuna – Rosita, 73 kilómetros; y Rosita – Bilwi, 145 kilómetros. En total, como le decíamos, son 536 kilómetros desde Managua hasta Bilwi, pero 37 kilómetros antes de llegar a Bilwi, está el paso del río Wawa, que corta la carretera. Como no hay puente, se debe pasar por una barcaza.

Tercero, el río Wawa es uno de los más notables de Nicaragua, es el sexto río más largo, aunque está lejos del primer lugar que es el Coco, con 680 kilómetros de largo; el Wawa tiene “apenas” 160 kilómetros de largo, pero es uno de los más caudalosos porque nace y se desplaza por una de las zonas más húmedas de Nicaragua.

En la época seca, el ancho del Wawa es de 150 metros, en el sitio donde opera la barcaza, que es en la comunidad Wawa Boom; pero en la época de lluvias inunda todo el llano alrededor y la misma comunidad Wawa Boom queda aislada, por eso sus pobladores acostumbran transportarse en canoas de madera, con remos o canaletes, o en embarcaciones de fibra de vidrio, con motor, llamadas “pangas”.

Canoas o botes de madera de los pobladores misquitos de Snaky. Se ve que en este punto el río no es tan ancho como en Wawa Boom.

Las compañías bananeras y madereras construyeron el puente para los trenes que transportaban los bananos y la madera; pero lo hicieron río arriba, en donde el Wawa es mucho más estrecho. Ese lugar queda junto a un pequeño río, o caño, llamado Snaky, donde ahora hay algunas casas.

Para llegar a Snaky, después de pasar por la barcaza en el río Wawa, hay que dirigirse a Waspán, que está en la frontera con Honduras, a la par del río Coco y a una distancia de 632 kilómetros de Managua. Unos 50 kilómetros antes de Waspán, se llega a una pequeña comunidad llamada Swich de Moss, ahí doblamos a la izquierda, saliéndonos del camino principal hacia Waspán y enrumbando por entre unos caminos secundarios o “trochas” madereras, entre los pinos jóvenes que cubren el llano. Seguimos por esta trocha – para recorrerla hay que viajar en vehículo 4x4 – sorteando los "pegaderos", a lo largo de 11 kilómetros de viaje, hasta llegar al pobladito Snaky.

Dejamos los vehículos a un lado del camino y bajamos a pie hasta el río, para contemplar, lo que casi se considera una leyenda, un lugar casi mítico: las bases de lo que fue un puente sobre el río Wawa.

Ese lugar, Snaky, está en medio de la nada, ya que los centros poblados más cercanos están a más de 40 kilómetros; y déjenme decirles, que es un lugar que está destinado a convertirse en un atractivo turístico. Ese antiguo puente era el nudo de vías férreas – hoy abandonadas – que cruzaban la selva en distintas direcciones. En un futuro, es probable que alguna carretera se construya ahí porque permitiría la comunicación terrestre con comunidades de la zona occidental de la Reserva de Biósfera BOSAWAS.

No lo habíamos mencionado, pero toda esta zona está habitada por comunidades indígenas Misquitas y Mayangnas. Ellos fueron los pobladores originales de todas estas comunidades, y desde aquí se extendieron por la costa caribe de lo que ahora es Costa Rica y Panamá, hasta alcanzar Colombia.

Aquí están los restos que confirman que en algún tiempo, sobre el río Wawa existió un puente. Al otro lado del río inicia una selva ininterrumpida hasta cerca de Wiwilí, en Nueva Segovia.

Entre el sitio donde estuvo antes el puente, en Snaky, y donde ahora está el paso de la barcaza, hay cerca de 80 kilómetros y los habitantes de todas las comunidades indígenas ubicadas río arriba van hasta Wawa Boom a vender sus mercaderías, para lo cual utilizan balsas que simplemente dejan ir río abajo con la carga, mientras las dirigen entre las piedras y la corriente del río.

Al otro lado de Snaky, ya cerca de la comunidad indígena Awas Tingni, inicia una región selvática ininterrumpida que termina hasta las riberas del río Coco en Wiwilí, Nueva Segovia. Usted podría caminar a lo largo de semanas, sin encontrar poblados, por el centro de montaña de BOSAWAS. La lluvia recia, los ríos crecidos, el bosque húmedo cerrado, junto a los llanos inundados impasables: le recordarán que Nicaragua aún posee una rica biodiversidad que debemos cuidar y conocer.