Cuando uno visita Granada, junto al lago de Nicaragua, a menudo ni siquiera
repara en la montaña azulada, al sur de la ciudad, que regularmente se
encuentra cubierta de nubes.
Pero esa montaña en realidad es un volcán, aún activo, cubierto de bosques espesos,
que esconden un secreto de siglos. Cuando los españoles conquistaron el poblado
indígena de Jalteva y fundaron la ciudad, el volcán tenía una bella laguna en
el interior de su cráter, similar a otras lagunas volcánicas, como la del
Cosigüina.
Lo que no sabían los pobladores de la ciudad, era que el volcán que estaba
a sus espaldas era en realidad una bomba de tiempo: las paredes del cráter, que
contenían la laguna, estaban debilitadas y era sólo cuestión de tiempo su
derrumbe.
Unos años antes de 1586, según nos cuenta el cronista español, Antonio de
Cibdad Real, después de una serie de temblores, la pared cedió, provocando un
alud de lodo que sepultó un poblado indígena, de un poco más de 400 indios. Si
el cráter se hubiera reventado hacia el lado norte, hacia Granada, seguramente
habría sido una historia muy diferente, más terrible aún, porque el suceso
ocurrió de noche.
Hay hipótesis que señalan que las isletas de Granada fueron originadas por
alguna erupción del volcán Mombacho: lo cierto es que las más de 360 isletas en
el lago de Nicaragua, dispersas en torno a la península de Asese, son un cuadro
paisajístico de gran atractivo para los fotógrafos, y fácilmente apreciables
desde la cima del volcán.
Ahora, cuando vaya a Granada, esperamos que no le pase desapercibido el
volcán Mombacho, y aún más, que se anime a visitarlo. Aunque tiene 1345 metros
sobre el nivel del mar en su parte más alta, es bastante accesible.
Para visitar el volcán hay que ir hasta el sitio conocido como “empalme el
Guanacaste”, sobre la carretera panamericana, entre Granada y Nandaime, en el
kilómetro 58 de dicha carretera; ahí mismo queda la entrada. La visita tiene un
costo (entrada + transporte) de USD 8 para nacionales y USD 20 para
extranjeros.
El ascenso se realiza en un camioncito de la Fundación Cocibolca, que es la
administradora de la Reserva Natural. Los horarios de ascenso del camioncito
son: a las 8 y media, y 10 de la mañana, los días lunes a miércoles; 8 y media
y 10 de la mañana, y 1 de la tarde, los días jueves a domingo. En otras
palabras, el sitio está abierto todos los días.
Aparte de las impresionantes vistas, uno de los valores agregados
principales del lugar es su rica biodiversidad, hay una salamandra propia del
volcán (Bolitoglossa mombachoensis),
solamente se la puede encontrar en sus bosques húmedos, otra especie es la
ranita verde de ojos rojos (Agalychnis
callidryas) y más de 120 especies de orquídeas. ¿Se anima a visitarlo?