Desde finales de noviembre anduvimos visitando algunas playas del Pacífico sur, aunque oficialmente el verano inicia en diciembre, pudimos constatar que persisten los días nublados y en ocasiones lluviosos. Así que, por el momento en estas fotos no verá días radiantes.
Vista de la bahía de San Juan del Sur desde el mirador
Pero, el clima lluvioso da a nuestras playas un ambiente de tranquilidad, y quizá un poco de nostalgia por el año que termina. Nos fuimos a la bahía de San Juan del Sur, y como siempre: el agua fría, hay que decir que, esa temperatura es producto de aguas más profundas y ricas en plancton, lo que las convierte en una importante zona pesquera.
La bahía tiene una playa que se extiende por 1.65 kilómetros, con un ancho de playa cercano a los 100 metros que varía con la marea. Es un sitio ideal para el baño de la familia, junto con los niños, porque las olas golpean suavemente y no se ven expuestos a ser arrastrados, como en otros balnearios del Pacífico. En sus extremos la bahía tiene un ancho de 935 metros y ahí es común observar decenas de embarcaciones ancladas, de pescadores, deportivas y recreativas.
Ahora, aparte del baño en la playa, se ofrecen otros servicios como giras individuales o en grupo |
En la margen derecha de la bahía (noroeste) se encuentra un pequeño cerro sin nombre de 144 metros de altura, sobre la base del cual se construyó un mirador, “El Cristo de la Misericordia”, desde el mismo se obtiene una vista impresionante de San Juan del Sur y las bahías vecinas, como Nacascolo. Hasta el mirador se puede llegar en automóvil, con la única salvedad que la última parte hay que subirlo a pie, por unas cuantas gradas ante las cuales no hay que impacientarse. La entrada a este sitio cuesta un dólar para nacionales y el doble para los extranjeros.
Vista de la vecina bahía Nacascolo (al norte de San Juan), tras ella la punta El Toro
Desde San Juan, hacia el norte siguen las bahías: Nacascolo, El Toro, Marsella, Maderas, Majagual y Ocotal; cada una de ellas separadas por puntas rocosas que sobresalen en el litoral. Desde San Juan hay comunicación terrestre con estas playas, aunque hay que decir que, al momento de la visita, el camino de tierra estaba en mal estado; debido a las lluvia, había muchas pasadas imposibles para un vehículo bajo.
Si viene desde Managua y quiere ir al Cristo de la Misericordia, tome a la derecha (norte), antes de llegar al puente (cerca del Palí), y siga este camino principal. A 1.6 kilómetros deberá doblar a la izquierda y atravesar una serie de residenciales. Si no dobla a la izquierda y sigue siempre el camino principal, esa ruta le llevará a las playas que están al norte de San Juan: primero, a Marsella, después a Maderas y por último a Majagual. Fíjese bien en la señalización para que no ande perdido. En Nicaragua, siempre hay un importante recurso: preguntarle a la gente. Pero, eso si, aprenda siempre a agradecer y si quiere más detalles del camino, bájese del vehículo a preguntar.
Vista de la pequeña playa Maderas, con su característico farallón
De todas las otras bahías únicamente visitamos playa Maderas que, se distingue por tener un farallón, cuya forma recuerda la aleta dorsal de un tiburón; ese farallón es parte de la punta Majagual que, la separa de la otra bahía del mismo nombre.
Y he aquí la playa Maderas. Si sabe surfear o si quiere aprender...
Bueno, el verano
apenas comienza, así que vamos a ver dónde más podemos ir, para traerles más info. Y les decimos: ¡Anímense a salir! ¡No se quede encerrado en su casa!