Yendo para
Jinotega, se observan cerros y cerros, cada uno con su propio atractivo. Para
quienes crecimos en la zona del Pacífico de Nicaragua, siempre nos atraen las
montañas cubiertas de pino; los afloramientos rocosos, los paredones
blanquecinos; y las mesas, con sus extensas cumbres planas – en donde siempre
me ha parecido que se puede andar cómodamente en bicicleta, y hasta puede
alcanzar un pueblo de ermitaños, sin que nadie sepa de su existencia.
Desde la cima del Cerro La Cruz, Martín - vigilante de la Alcaldía de Jinotega - contempla la ciudad
Yendo
desde Managua, hacia Jinotega, sobre la carretera pavimentada, se van pasando
una serie de escalones, después de los cuales el clima caluroso va cediendo
poco a poco. Después del poblado Las Maderas, se sube por la cuesta “del Coyol”, desde donde se aprecia una
buena vista de Managua a lo lejos – junto a su lago. Las Maderas está a unos
115 de elevación y al coronar la cuesta ya se alcanzan los 400 metros. A lo
largo, la carretera va ascendiendo en la medida que abandona la planicie para
introducirse en el escudo montañoso de Nicaragua.
Una calle de Jinotega, después de la lluvia
Aproximadamente
en el kilómetro 68, casi a la altura del poblado “Puertas Viejas” la naturaleza le ofrece la vista de tres pequeñas lagunas.
Al lado izquierdo verá primero la más pequeña de las tres: “Las Playitas”; un poco más adelante, la
más grande, “Moyúa”; y por último, al
lado derecho, está “Tecomapa”. Por si
no lo sabía, este grupo de lagunas es un sitio Ramsar, que son sitios
protegidos porque albergan aves migratorias.
(Es el sitio No. 1980, declarado el 29/06/2011, según su ficha técnica).
Después de
esta lagunas, en el kilómetro 90 aproximadamente, pasamos de largo por Ciudad
Darío; mientras avanzamos se puede observar el campanario de su parroquia San
Pedro, que sobresale entre la arboleda a la izquierda… se acerca y se
aleja. En este tramo de la carretera Puertas Viejas – Entrada a Ciudad Darío, hay una serie de establecimientos populares, en los cuales puede
encontrar desde cuajadas frescas, leche agria, quesillos, café, hasta guapotes
fritos; si sale tempranito de Managua, es la zona ideal para desayunar.
Vista del lago Apanás, lago artificial al norte de la ciudad de Jinotega
Después de
pasar por Darío llegamos a Sébaco, hay un empalme, y hacia la izquierda se va a
Estelí, Madriz y Nueva Segovia; debemos seguir el rumbo recto – lado derecho –
que nos lleva a Matagalpa y Jinotega. En Nicaragua es tradición durante las
excursiones pasar comprando en Sébaco: zanahoria, cebolla, remolacha… etc., si
quiere hacerlo, procure no olvidarse al regreso.
A la
entrada de Sébaco se encontrará con el río Grande de Matagalpa, en este punto
el río viene desde la ciudad de Matagalpa y continúa aguas abajo hasta Ciudad
Darío, Muy Muy y finalmente hasta Paiwas, en donde se encuentra con el Tuma
para proseguir sobre la llanura Caribe.
Vista hacia el sur, de la ciudad de Jinotega y su amplio valle
En Sébaco,
el propio empalme está a unos 475 metros sobre el nivel del mar, pero tenemos
que seguir subiendo. Otro de los escalones a vencer sobre la carretera,
inmediatamente después de Sébaco es la cuesta de Chagüitillo – conocida así por
el célebre poblado del mismo nombre – que nos permite ascender hasta unos 650
metros.
Después de
la cuesta, la carretera sigue subiendo, se puede observar al lado derecho
de la misma (viendo hacia el sur) el profundo valle que forma el río Grande de
Matagalpa, que viene casi paralelo a la carretera. Para ir a Jinotega, antes se debía viajar hasta
Matagalpa; pero ahora se puede tomar la carretera
de montaña directo a Jinotega. Por lo que debe doblar en el empalme El Guayacán (está a mano
izquierda) que está a 14.5 kilómetros de Sébaco, 26
kilómetros después se llega a Jinotega.
El cerro La Cruz, hay que subir hasta la cima para tomar las fotos que ponemos aquí
Desde el
empalme El Guayacán se comienza a ascender lentamente de 650 metros de
altura hasta los 1,310, para luego descender hasta los 1,004 msnm, en donde está
ubicada la ciudad. Jinotega está entre las cabeceras municipales más altas de
Nicaragua, superada sólo por: San José de Cusmapa (1,280), Las Sabanas (1,260)
y San Rafael del Norte (1,079).
Desde la
parte más alta, antes de llegar a Jinotega, se ve a lo lejos la clásica imagen
de la ciudad enclavada entre las altas montañas; al fondo, hacia el norte, se ve el estrecho portillo desde el
cual se sale hacia el lago de Apanás y las demás poblaciones del Departamento.
La
topografía y su ubicación geográfica causan que la mayor parte del
tiempo la ciudad se cubra de un manto de nubes, por lo cual es conocida con el
nombre de “Ciudad de las brumas”. Para quienes en esta época del año, en lugar de ir a las playas desean visitar
la zona de montañas, para huir del calor y relajarse, viajar a Jinotega es una
excelente alternativa.
Al alcanzar la cima del cerro La Cruz, terminan las gradas e inicia este agradable sendero
Recientemente
la alcaldía de la ciudad finalizó la construcción de los escalones en el tradicional cerro La Cruz. Según diversas fuentes, en 1705 el sacerdote
franciscano Antonio Margil de Jesús, colocó una cruz de madera en el cerro para
proteger a la ciudad de los derrumbes de piedras. Aunque actualmente la cruz es de cemento, hacia la cima del cerro, por motivos religiosos o turísticos,
acuden decenas de visitantes y las escaleras son una buena iniciativa que
aplaudimos.
Le
recomendamos que si se mantiene en regular forma física debiera intentar subir
lo más alto posible, la vista de la ciudad y el lago de Apanás desde la base de
la cruz es formidable. Como el camino es bastante sombreado puede ir haciendo
escalas – al suave – para recuperarse. La cruz está a 1,351, lo que le tocará
subir son unos 350 metros, para ver la ciudad completa "a ojo de pájaro".
Vista de la ciudad, con zoom ampliado, destaca su catedral
Para las
personas que nos visitan y que no conocen bien Nicaragua, les explicamos que en
casi toda la zona norte de nuestro país, desde Estelí hasta Jinotega, es común
encontrar personas de pelo rubio, ojos y tez clara. Nicaragua es una mezcla
de etnias amerindias, afrodescendientes y europeas, que se han mezclado a lo largo de siglos; aunque su
peso poblacional varía según la zona del país. En el caso de la zona norte del país, la presencia de personas con las características mencionadas es
resultado de presencia de piratas ingleses, que remontaban los grandes ríos del
Caribe para asaltar las poblaciones españolas; a esto se sumó, después de la
independencia, los flujos migratorios de europeos que vinieron a Nicaragua para
aprovechar las oportunidades del cultivo de café.
Y ya que
hablamos de café, su cultivo es la principal actividad económica del municipio. Visitar Jinotega sin probar su café no debería estar permitido. Disfrute su estancia, suba al cerro La Cruz; y si le es posible, dese un paseo por el
vecino pueblo de San Rafael del Norte.
Actualmente
(marzo 2013) el pasaje Managua – Jinotega cuesta C$ 85, unos USD 3.47. Se pueden
encontrar hospedajes desde USD 6.13 (C$ 150) hasta USD 40 por noche,
dependiendo de su gusto y posibilidad económica.