Si
Usted aún no ha visitado el área protegida El Chocoyero – El Brujo, definitivamente
se ha perdido de mucho. A pesar de ser un área muy pequeña, es un santuario de
miles de aves – no sólo de chocoyos – por lo que a distintas horas del día es
común escuchar a la misma vez el canto de decenas de aves de distintas
especies.
En Nicaragua hay reportadas 6 especies de guardabarrancos. La foto corresponde al "guardabarranco azul" (Momotus momota); especie fácil de observar en el área protegida El Chocoyero - El Brujo.
Esta riqueza faunística y principalmente de aves, motivó a que fuera declarada parte del Sistema nacional de áreas protegidas (SINAP) de Nicaragua; mediante el Decreto 35-93, del 25 de junio de 1993. Actualmente el área tiene la categoría de “Refugio de vida silvestre” y según el nodo del SINAP, tiene apenas 131.6 hectáreas de extensión.
Según
su Plan de manejo, en el área se han identificado 138 especies vegetales, entre
los que destacan palos de hule (Castilla
elastica), gigantescos matapalos (Ficus
sp.), jiñocuabos o indio desnudo (Bursera
simarouba) y otros.
Se
identificaron 23 especies de mamíferos. Entre ellos, el mono congo o mono
aullador (Alluata palliata), desde
antes de llegar al área se pueden escuchar los estruendosos aullidos de los
diversos grupos que se mueven en el área y sus alrededores; este es uno de los
atractivos, a tal punto que se ha diseñado un sendero llamado “El Congo”, en el
cual los visitantes tienen la oportunidad de escuchar muy de cerca y avistar en
algunas oportunidades a estos animales. Más difícil de ver, es el mono
carablanca (Cebus capucinus), que se
encuentra en peligro de extinción. Otros mamíferos con quienes se podría topar
en los senderos son, el venado cola blanca (Odocoileus
virginianus), la guatusa (Dasyprocta
punctata), el sahíno (Tayassu tajacu)
y la guardatinaja (Agouti paca).
Pero
las estrellas en el área son las aves. Se han identificado 50 especies de aves,
entre ellas: chocoyos, pájaros carpinteros, guardabarrancos, tucanes,
colibríes, etc. La especie símbolo del área es el chocoyo (Aratinga strenua) que anida en las paredes de tobas volcánicas poco
compactadas, que forman un desfiladero. Decenas de chocoyos vuelan y se
alimentan en los alrededores; salen de sus pequeñas cuevas en las paredes un
poco antes de las seis de la mañana y regresan casi a las cinco de la tarde
provocando una algarabía que inunda los sentidos.
El
área es administrada por una cooperativa de 34 socios, productores agrícolas,
que se llama “Juan Ramón Rodríguez”. La Cooperativa ofrece diversos servicios
en el área: la entrada cuesta C$ 25 para los nacionales, C$ 50 (US $ 2.2) para
los extranjeros y C$ 20 para los estudiantes; en este último caso, corresponde
C$ 10 de pago de entrada y C$ 10 de pago de guía. Pero en el caso de los
nacionales y los extranjeros, deben contratar servicios de Guía por aparte, con
un valor de C$ 100, que puede aumentar dependiendo de las rutas y senderos
escogidos.
Otros
servicios son el alquiler de cabañas, C$ 200 las pequeñas y C$ 300 las familiares
(para entre 5-6 personas), en las que se puede pernoctar. Pero si lo que desea
es hacer un Campamento ecológico, entonces también les ofrecen el alquiler de
Tiendas a C$ 100 por noche. Para este caso, se han habilitado lugares de
acampada. El área cuenta con senderos para escuchar el canto de las aves, los
aullidos de los monos o para internarse en la espesura de sus bosques.
Dos
puntos de atención de la mayoría de turistas son sus dos cascadas de más de 20
metros de altura: El Chocoyero y El Brujo. Desde el punto de vista hidrológico,
el área está en la parte media de la microcuenca Chocoyero – El Brujo, que baja
desde Las Nubes (municipio El Crucero).
El
Refugio de vida silvestre, en la parte baja tiene tres senderos, pero hay uno
de mayor dificultad por la parte alta; definitivamente hay opciones para todos
los gustos y capacidades de movilización. Los senderos de la parte baja son en
su mayor parte planos y pueden ser recorridos por personas de mayor edad y
niños; el sendero de la parte alta es para los que les gusta caminar y quieren
experiencias más fuertes.
En
esto nos ha llamado la atención, que la mayor parte de la información del área
se ha centrado principalmente en su cascada El Chocoyero y la actividad de los
chocoyos en sus paredones; pero el área tiene muchos más atractivos. Nosotros,
en una gira de menos de tres horas y caminando en estricto silencio pudimos
contemplar venados, guatusas y tucanes. Piense en poderse encontrar – a menos
de 30 kilómetros de Managua - en un sendero con un venado que de tres saltos
cortos se le pierde en la espesura… completamente libre. Sin lugar a dudas, El
Chocoyero es una “fiesta de la naturaleza” y cuando lo visiten traten de no
encasillar sus actividades a la simple contemplación de la cascada y los
chocoyos.
La
mayor ventaja que tiene la visita a esta área es su fácil acceso desde Managua:
a los Colegios, Universidades, Movimientos y organizaciones juveniles
ecologistas, les decimos que si no han visitado esta área, deben proponerse
hacerlo, por su enorme valor ecológico asociado a su fácil acceso desde
Managua. A las Tour operadoras les recomendamos muy especialmente incluir el lugar en sus paquetes turísticos, es ideal para los paquetes que se ofrecen a los amantes de la naturaleza de la tercera edad y cuando hay niños como acompañantes; vean que está muy cerca no sólo de Managua, sino también de Granada y Masaya.
Otro
valor agregado que tiene la visita es que Usted puede conocer de primera mano
la actividad de cultivo de piña; que es el cultivo predominante en la zona de
acceso.
Para
visitarlo, si viene en auto particular desde Managua, no tiene más que tomar la
carretera a Masaya y en la rotonda cerca del kilómetro 13, doblar hacia
Ticuantepe (mano derecha). Sigue hasta ese municipio y toma la carretera
pavimentada que va para La Concepción (La Concha, como decimos en Nicaragua).
Después de 3 kilómetros, a la altura de la comarca La Borgoña, llega al puente
de El Corozo, kilómetro 21.5; ahí debe doblar a la derecha en una entrada en
forma de U, que baja hasta el camino que va al fondo del puente y que es la
entrada, tanto para el área protegida, como para la comarca Los Ríos.
Fíjese
bien, que en la entrada hay un rótulo que señala precisamente la distancia
hasta el área, con una flecha, desde ahí hasta la propia Casa de administración
del área hay 7.3 kilómetros. Debe seguir este camino de todo tiempo, que es de
tierra con algunos tramos adoquinados, guiándose por los rótulos. Cualquier
duda sobre la ruta pregúnteles con respeto a las personas de las comunidades. Aunque
es camino de todo tiempo, y por ahí circulan con frecuencia las “moto taxis”,
les recomendamos viajar en un vehículo 4x4.
Si
va en transporte público, tome el bus para Ticuantepe en el mercado Roberto
Huembes, salen cada 45 minutos; el pasaje cuesta C$ 7. En Ticuantepe, desde la
salida a La Concha, hasta la propia área protegida una moto taxi le cobra entre
C$ 80 y C$ 100 por viaje (máximo 3 personas). Después de las moto taxis no hay
más transporte hacia el área. Pero si prefiere caminar se baja hasta La
Borgoña, camina hasta el puente El Corozo y desde ahí hasta el área.
Si
desea contratar antes un servicio de alimentación, o si desea confirmar
información sobre los precios (se lo recomendamos porque nos advirtieron que
podrían sufrir cambios), no dude en llamar a las oficinas de la Cooperativa
Juan Ramón Rodríguez, teléfono convencional 2276-7810 y 2276-7811; o
comunicarse al correo cooperativa.jrrp@turbonett.com.ni
Para información adicional le
sugerimos que visite la página de la Cooperativa, ahí ellos les ofrecen un
pequeño mapa para que Usted se ubique mejor: www.chocoyero.com
Queremos
señalar que, para elaborar este artículo, nos hemos basado principalmente en la
información contenida en el Plan de Manejo del área, disponible en versión
electrónica, Pdf. Para los que quieran profundizar en el conocimiento del área,
búsquenlo con el título: “Plan de Manejo Chocoyero Edición Final JC Dic.03.” Finalmente,
queremos agradecer al personal de la cooperativa que nos apoyó con información,
principalmente a Migdalia y a Doña Rosa Sánchez.