viernes, 3 de diciembre de 2010

TURISMO SOSTENIBLE EN ÁREAS PROTEGIDAS



Para un país como Nicaragua, que experimenta un crecimiento importante de la actividad turística, es imprescindible el aumento de la oferta de destinos turísticos. Las áreas protegidas del país, con más de dos millones de hectáreas, constituyen una importante salida a esta demanda creciente de nuevos destinos.

Por otro lado, la mayoría de las áreas protegidas del país se caracterizan por presentar población con altos niveles de pobreza, usualmente por encima de los promedios de los propios municipios en los que están localizadas. De ahí que la actividad turística puede convertirse en una excelente opción ocupacional y económica para pequeños y medianos productores; y para los pobladores rurales, principalmente jóvenes, que habitan en ellas o en las zonas aledañas.

Sin embargo, una advertencia muy importante, que con frecuencia se olvida, es que esta  expansión turística no puede ser a costa de los variados ecosistemas de estas áreas; por lo que el turismo dentro de las mismas no puede plantearse sino bajo la modalidad de ecoturismo, incluyendo algunas variantes como turismo de especialistas. Respetar con mucho esmero la capacidad de carga de los ecosistemas, cumplir estrictamente las normas propuestas en los Planes de manejo son puntos de partida importantes de planificación para garantizar la sostenibilidad de la actividad.

Las restricciones impuestas a la producción tradicional (uso de agroquímicos, prohibición de uso de variedades exóticas en la actividad agropecuaria, prohibición de extracción o aprovechamiento de determinadas especies vegetales o animales, limitaciones para el monocultivo, etc.) afectan económicamente principalmente a los pequeños y medianos productores, generando en no pocas ocasiones conflictos.

Los dos pilares económicos básicos para el desarrollo de las comunidades rurales en las áreas protegidas deberían ser, la producción agrosilvopastoril sostenible, y la compensación por los servicios ambientales a los productores (hídricos, captura de carbono, biodiversidad, belleza escénica). Sin embargo, los altos costos de transacción dificultan la aplicabilidad de mecanismos de compensación en el corto plazo. En Nicaragua la actividad turística ha mostrado mejor desempeño en la aplicabilidad en el corto y mediano plazo.

La participación directa de los productores campesinos y los jóvenes de las comunidades rurales en la gestión del turismo en áreas protegidas, debe considerarse como una estrategia de manejo de todas las áreas protegidas, para lograr un impacto ambiental positivo, al mismo tiempo que se permite el mejoramiento de la calidad de vida de los pobladores rurales.    

La participación directa de los productores campesinos y sus familias en la gestión turística de las áreas protegidas, puede incluir una diversidad de actividades, tales como: guías turísticos, provisión de alimentos frescos y/o calientes, alquiler de equinos u otros animales de carga, servicios de alojamiento rústico, alquiler de lotes para acampar, servicios de miradores y/o senderos, venta de especies de flora y fauna permitidas,  alquiler de equipos de campamento (binoculares, casas de campaña, etc.), presentaciones culturales, venta de suvenires, etc. Todo debe ser planificado y ejecutado bajo un esquema de respeto a las costumbres y creencias locales.

Las acciones estratégicas mínimas necesarias para la implementación deberían ser: realización de inventarios de recursos y personal disponible para la actividad en cada área, organización, capacitación, financiamiento, y asistencia técnica a los mismos. Resulta clave además el apoyo para promoción interna e internacional. Todo esto debe implicar la participación directa de los pobladores del área en la toma de decisiones.

Con mi blog pretendo colaborar con este proceso de forma práctica. Les agradeceré sus aportes y puntos de vista. Les regalo ese juego de luces sobre las montañas del área protegida “Tisey – La Estanzuela” en Estelí. 


El ESTADIO DEL VOLCÁN TELICA




Al ver la imagen del cráter del volcán Telica es difícil no pensar que se está ante uno de los volcanes más activos de Nicaragua. Su cono, muy inclinado y con escalofriantes fracturas, es cortado por un cráter de 700 metros de diámetro y cerca de 120 de profundidad; con paredes internas que caen verticalmente y que permiten observar una ligera incandescencia en el fondo durante la noche.


Es un estrato volcán de 1,061 msnm; desde su erupción violenta en el año 1948 se ha mantenido activo. En 2006 y 2007 tuvo erupciones de baja intensidad, con explosiones intermitentes, salidas de gases que provocan un sonido como de avión jet, expulsiones de cenizas y arena, actividad fumarólica y lávica en el fondo del cráter, etc.



Pero en esta ocasión no venimos a meterlos en miedo por la actividad del volcán; sino que les traemos la curiosa historia de los juegos de béisbol, – o beisbol, como decimos en Nicaragua – que se realizan propiamente junto al cráter.

Resulta, que en los alrededores del volcán hay dos comunidades: Agua Fría y El Ojochal del Listón, ambas pertenecientes al municipio de Telica. Pero Agua Fría está mucho más cerca, el núcleo de la comunidad de unos 250 habitantes, está ubicado a escasos mil 800 metros del borde del cráter. Con esto, y tomando en cuenta que la zona cuenta con escasas áreas planas, no es de extrañar que algunos fines de semana, cuando los pobladores deciden pasar una buena mañana deportiva, van a jugar beisbol justamente a la orilla de la pared este del cráter, en una hondonada de forma circular, que puede ser apreciada claramente en las imágenes del Google Earth. En el centro de la foto le muestro el área de juego  (La tomé estando a 859 msnm)


El volcán pertenece al área protegida “Complejo volcánico Telica – Rota”, que he visitado varias veces, pero desgraciadamente no he podido coincidir con uno de estos juegos; que debieran de provocar fotos muy buenas por lo inverosímil de la historia. Es de sobra conocido que los encuentros deportivos entre ambas comunidades se realizan sin importar el mal humor del volcán, al cual los pobladores ya están acostumbrados.

Si quiere probar suerte, contacte a la Tour operadora de su preferencia, casi todas tienen paquetes que incluyen la visita al volcán; pero si desea ir por sus propios medios, tome en cuenta que el volcán tiene muchos accesos. Por la comunidad San Jacinto, en cuyo caso debe contactarse ahí con Doña Isabel Moreno, que es una de las coordinadoras de la Cooperativa de turismo de las mujeres de San Jacinto; por la comunidad La Unión España, sector norte del volcán, en donde puede buscar información con Marvin Betancourt, líder comunitario; por el lado oeste – que es parte del municipio de Quezalguaque – puede buscar información con Emilio Narváez, líder de la comunidad Cristo Rey.


Sólo les tengo el teléfono de Emilio, que es el celular 83734476. Para irse por Cristo Rey, si va en vehículo particular, desde Managua tome la carretera hacia Chinandega, hasta aproximadamente el kilómetro 117, unos 400 metros después del empalme de Quezalguaque. Tome el camino de tierra hacia el noreste (mano derecha), este camino le llevará, cerca de 11 kilómetros hasta la comunidad Cristo Rey, en donde le sugiero contacte un guía local. Si va en bus desde Managua, tome en el mercado Israel Lewites un bus para Chinandega y le pide que lo deje en la entrada de Cristo Rey (cerca de Quezalguaque), una vez aquí, debe esperar los buses que van para Las Marías y bajarse en Cristo Rey, pero estos buses sólo pasan “para adentro” después del mediodía. El costo del pasaje total desde Managua hasta allá le va a salir por unos C$ 60 (USD 2.75).

Entre Cristo Rey y el volcán hay un camino o trocha de verano. La buena noticia, es que dependiendo del estado del camino, a veces se puede llegar casi hasta el borde del cráter en vehículo de doble tracción; propiamente hasta donde está situada la estación de control del INETER; le sugiero que se contacte con Emilio, si se quiere ir por esta vía. En artículos posteriores les voy a explicar en detalle las otras vías de ascenso.

En toda la zona hay problema con la calidad del agua para tomar, por lo que siempre lleve consigo una buena ración, no menor de dos litros, Usted se conoce bien y sabe si necesitará más. Pague a los guías locales, no menos de C$ 200 por día (unos USD 9); igualmente, solicite a la tour operadora que contrate guías locales y verifique que se le pague lo justo. Consuma productos locales y realice parte de sus gastos en las pulperías rurales.

Las coordenadas para guiarlos son las siguientes:

El centro del cráter del volcán:                    12.605219 -86.841481

El empalme de entrada a Cristo Rey:             12.536478 -86.903742

La comunidad Cristo Rey:                             12.61115 -86.898906

(Seleccione, copie y pegue en el buscador de Google Earth)