jueves, 25 de enero de 2018

VIVIENDAS DEL CARIBE NORTE DE NICARAGUA

La cultura del Caribe norte de Nicaragua se refleja en sus bailes, danzas, canciones, leyendas, gastronomía, etc.; pero hay un aspecto de esta cultura que vamos a resaltar en esta plática con Ustedes: sus viviendas.


La vivienda Misquita y Mayangna, las etnias originarias de la costa caribe norte de Nicaragua, se caracteriza por ser construida sobre pilotes de madera resistente a la humedad; normalmente cuenta de tres ambientes: sala, dormitorio y un pequeño anexo que se utiliza como cocina. Toda la estructura se construye de madera.

Los techos, que antes se hacían exclusivamente de palma, entre ellas la palma llamada “papta”, ahora se construyen con láminas de zinc, que son pintadas con pintura anticorrosiva, principalmente de color rojo, para la resistencia al ambiente húmedo, a veces salino, propio de la costa caribe.



El piso de la vivienda, al igual que sus paredes, se construye de madera. Una tradición muy importante de las etnias indígenas originarias, es mantener sus viviendas muy limpias. Así que, no se acostumbra andar con calzado dentro de ellas; por lo que las botas con lodo se dejan sobre los escalones o en el balcón de la misma. El piso se encuentra, a menudo, a una altura mayor de 1.5 metros sobre el suelo; para evitar la humedad, o como medida preventiva ante las frecuentes inundaciones.

El área del balcón es un espacio utilizado para colgar las hamacas, o para sentarse en las bancas de madera al atardecer; las familias que no tienen balcón en sus viviendas acostumbran sentarse en las escaleras. En el balcón se protege a los niños de caídas con barandas de madera, aunque hemos visto también de bambú.



Siempre que se puede, la vivienda se pinta con colores vistosos, que recuerdan la vistosidad de la naturaleza que aún sobrevive en esta región; aunque los colores más frecuentes son el naranja y verde, pintados con una delicadeza que nos recuerdan los cuadros primitivistas caribeños.

La parte de debajo de la vivienda, es el área de los animales: ahí, gallinas, patos, cerdos y perros, se acomodan durante el día para protegerse del sol y la lluvia. Así que todo es funcional, y pensado para que en un espacio mínimo se brinde la comodidad necesaria a la familia y sus animales.



Normalmente los pueblos originarios no cercan sus viviendas ni sus terrenos; esa práctica que, comienza a aparecer en algunas comunidades, se debe a la influencia cultural de los pobladores mestizos que llegan desde el interior del país. El patio que queda frente a la vivienda se cultiva con cocoteros, mangos, fruta y semilla de pan, lo que termina de dar el matiz, claramente caribeño, a las comunidades.


Tanto en los cayos, en el litoral costero, en la sabana de pinos caribes, en los llanos inundados y en las áreas más altas, como en el sector de las minas; las viviendas se hacen sin mucha diferenciación.